WASHINGTON, D.C., 2 de abril.- No puede haber plena seguridad en Estados Unidos, Canadá y México si no tenemos un sistema que permita que los mecanismos de cooperación actúen frente a amenazas que no reconocen fronteras, que son transnacionales. Y estas amenazas no son sólo las vinculadas al narcotráfico que, por supuesto, es transnacional, afirmó el Presidente Felipe Calderón al término de la Cumbre de Líderes de América del Norte.
Advirtió que independientemente de la inseguridad o la vulnerabilidad en materia institucional en México o Centroamérica, la violencia es un asunto que impacta claramente y pone en riesgo a todos los ciudadanos en Norteamérica.
Y se dijo plenamente convencido que si no se frena el tráfico de armas a México, es más, si no se restablecen mecanismos para prohibir la venta de armas de asalto como ya lo estuvieron en la década de los noventa, o al menos para registrarlas, va a ser imposible que la violencia termine en México, sino incluso puede amenazar en el futuro a la propia sociedad estadounidense.
Además, dejó en claro que si está contra el tráfico de armas de manera ilegal a México, "también lo estoy contra el tráfico de armas, así sea dentro de un operativo legal (como Rápido y Furioso), que el gobierno de México no acepta ni lo puede aceptar bajo ninguna circunstancia un trasiego aun controlado de armas".
En este sentido, dijo que el Presidente Obama ha sido muy claro al expresar que esa no es una práctica autorizada por su gobierno.
"Entendemos los esfuerzos de las agencias estadounidenses por perseguir a los criminales, pero eso no obstaculizará la necesaria cooperación que debemos tener entre Estados Unidos y México para parar este mercado criminal que está atrás y es una de las muchas razones de los problemas que México tiene en este momento".
En el mensaje a medios, en el Jardín de las Rosas, en la Casa Blanca, pero ahora tachonado de tulipanes en los más radiantes colores que van del blanco al rojo escarlata, pasando por los amarillos resplandencientes, pensamientos morados, blancos y amarillos, en una primavera en pleno esplendor y furia de colores, el Presidente de México manifestó que entiende la problemática interna de la política estadounidense.
Empero, resaltó que este punto de vista lo sostuvo ante el pleno del Congreso estadounidense "y dije las cosas tal cual las pienso. Sé que hay discrepancia en puntos de vista y que es un tema políticamente muy complejo, pero es importante insistir en este asunto".
Y en respuesta a preguntas de periodistas de México, Estados Unidos y Canadá, el Presidente de México puntualizó que cuando hay una súbita disponibilidad excesiva de armas, hay un incremento de la violencia y de los homicidios que se prolonga varios años después.
Y enfatizó que este fenómeno se presentó en varias guerras civiles en Africa; después en la presencia de guerrilla tanto en El Salvador como en Guatemala y en Europa del Este, en Kosovo y en Bosnia y en muchas partes.
"Nosotros sostenemos que la expiración de la Ley Assalt Weapons en 2004, coincide casi exactamente con el inicio de la etapa más dura de violencia y homicidios que haya visto México en mucho tiempo", resaltó.
Así, subrayó que en su gobierno, en cinco años y cuatro meses se decomisaron 142,000 armas, probablemente, 70% de ellas rifles de asalto: RM-15 y Ak-47 y más de 80% de esos rifles de asalto han sido vendidos en tiendas de Estados Unidos.
En la frontera de México con Estados Unidos hay probablemente 8,000 tiendas de armas. Son nueve tiendas de armas por cada Wal Mart en territorio estadounidense en frontera con México.
Gran parte de la problemática que vivimos está asociada con esta enorme venta de armas, insistió.
El Jefe del Ejecutivo manifestó que en esta cumbre con sus homólogos de Canadá y Estados Unidos reconoció el esfuerzo administrativo que ha hecho personalmente el Presidente Obama y su equipo para que las agencias de control de legalidad frenen este proceso de exportación de armas a México.
Reconoció que hemos visto una actitud mucho más activa que en otros años respecto de este problema. "Yo respeto mucho la legislación estadounidense, en particular la Segunda Enmienda, pero sí estoy absolutamente convencido que si no se frena el tráfico de armas a México, es más, si no se restablecen mecanismos para prohibir la venta de armas de asalto, nuevamente como ya estuvieron prohibidas sus ventas en Estados Unidos en la década de los noventa o al menos para registrar plenamente las ventas de armas de asalto, será imposible que la violencia que se vive en México se frene sino que incluso puede amenazar a la propia sociedad estadounidense.
COOPERACION TRILATERAL
En el curso del mensaje, el Presidente de México puso dos ejemplos existosos de cooperación en materia de seguridad en América del Norte: el intento de llevar a México a uno de los hijos de Muammar Gaddafi hace unos meses. Esta fue una operación trinacional y estadounidense porque la dirigió una mujer de negocios canadiense, que contrató a una empresa estadounidense, en EU que a su vez contrató a pilotos y falsificadores mexicanos.
Esta operación multinacional no hubiera podido ser evitada si no hubieran los mecanismos de cooperación en materia de seguridad que ahora tenemos y que antes no teníamos.
O la otra, el evitar el asesinato del embajador de Arabia Saudita aquí en Washington sólo fue posible gracias a los mecanismos de cooperación que tenemos.
El pensar que lo que ocurra en México no tiene que ver con la seguridad de los nacionales de este país o de cualquiera de Norteamérica es un error, que nosotros hemos evitado, afortunadamente.
Planteada la seguridad entendida regionalmente en dónde están las amenazas, el Presidente Calderón dijo que Estados Unidos las tiene claramente delimitadas: en el terrorismo internacional que ha sido terriblemente agresivo e inhumano, burdo contra el pueblo estdounidense.
Otra amenaza está en el poder del crimen organizado transnacional que, insisto, no son organizaciones estrictamente mexicanas, no tienen nacionalidad ni tienen patria y están operando aquí mismo en Estados Unidos y probablemente en esta misma ciudad.
Citó el caso de la capital de Estados Unidos, Washington, que tiene muchos más homicidios por cada 100,000 habitantes que decenas de ciudades en México y probablemente más que la propia ciudad de México.
Se trata de organizaciones internacionales que tienen una creciente capacidad destructora y que actúan más allá de las fronteras y en consecuencia, amenazan a cualquiera y en cualquier parte.
Es cierto, los esfuerzos que hacemos permiten desde luego, contener esa amenaza, inhibirla frente a la sociedad no sólo en Estados Unidos y Canadá sino incluso también en México.
Recalcó el Jefe del Ejecutivo mexicano que eso explica "por qué, a pesar de la apreciación que tiene mi país, el año pasado nos visitaron 23.000,000 de turistas por avión, 7.000,000 por crucero, más otros 50.000,000 más que cruzaron la frontera.
"Y por eso se explica que hay dos millones de estadounidenses viviendo honesta y cómodamente en México. Y que no obstante los problemas de apreciación que tenemos 1.6 millones de canadienses van cada año a México, esto es 5% del total de la población de Canadá viaja a vacacionar a México.
"Y también por qué un estado como Texas que recomienda a sus jóvenes no viajar a ninguna ciudad de México, son cientos de miles de muchachos texanos que van a México, disfrutan y sin un solo incidente".

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