Realidades que duelen
Benny Cruz Zapata
Victoria, Tamaulipas.-No hay cifras oficiales que nos hablen de su existencia; pues para el INEGI la fuerza laboral empieza a contar a partir de los 14 años de edad, y algunos de ellos no llegan ni a la mitad...
Pese a lo anterior muchos de ellos están económicamente activos desde antes de aprenderse bien las primeras letras y forman parte del universo estadístico que de acuerdo a la UNICEF es de 5 millones de trabajadores menores en el país.
Para Niños como Danielito, la temporada vacacional está lejos del significado que para muchos tienen: descanso, viajes y diversión; a sus seis años, este tiempo de calles despejadas es el más propicio para ganarse unos cuantos pesos, que íntegros le entregara a su madre contribuyendo a la sobrevivencia familiar; pues desde que su padre los abandono, por más que, ella lava ajeno y trabaja en una casa, el dinero no les a completa a veces ni para dar las tres comidas diarias:
-Por eso apenas amanece, mi mamá me echa al micro que me trae hasta por acá -el centro- me da tres cajas de chicles para que los venda, saco como sesenta pesos y se los doy completitos, con eso ella me vuelve a comprar más chicles, y junto a lo que a ella le pagan, compramos comida.
A sus seis años, Danielito afirma que va a la escuela y además le gusta mucho:
-Yo vivo en la Colonia La Libertad y desde haya me vengo, a veces solo y otras con otros niños que como yo también trabajan en la calle, unos venden chicles y otros dulces, la verdad que la gente si nos compra, a mi porque me ven chiquito como que si les doy lástima, sobre todo ahora que la cara me quedo toda marcada porque me dio varicela.
Asegura que le gusta andar en la calle y vender muchos chicles:
-Yo no soy el único, hay hasta niñas en la venta.
Jacinto es más grande que Daniel; de acuerdo a lo que dice; ya tiene 10 años y desde que se acuerda cada y que llegan las vacaciones "grandes" en la escuela sus papas le compran su bolsa de dulces para la venta callejera:
-De primero me daba vergüenza, sobre todo cuando me encontraba a niños que estaban en el salón conmigo, pero ahora ya no, sobre todo porque en la casa necesitamos el dinero, pues con lo que mi papá gana de albañil, no le a completa para todos, y es que además de mi, están cuatro hermanos y mi mamá, ella no trabaja porque cuida a los más chiquitos.
Jacinto afirma que la venta de dulces en la calle le da menos de 100 pesos diarios:
-A veces me va bien y vendo hasta dos bolsas es cuando casi saco los 100 pesos, pero otras en que la gente me ve y se voltea, no alcanzo ni para pagarme el micro de regreso a casa, yo siento bien feo, porque cuando esto pasa, aunque mi mamá no se enoja, la veo batallando para comprar huevos y hacernos de cenar a todos y es que como a mi papá le pagan por semana, hay días en que comemos lo que compramos con el dinero que saco de los dulces.
El vive junto a su familia en la Colonia México:
-Yo no me quejo, pero hay a otros niños que como yo se dedican a trabajan cuando hay vacaciones en la escuela; muchos no tienen papas, otros solo mamá o papá, y si no sacan dinero en el día, se los suenan, a mi no me pegan por no vender, pero a otros sí, hay otros más que andan de vagos y como la gente ya no les da dinero cuando piden, mejor se compran su caja de chicles y los venden, incluso los que andan en la calle más chiquitos los papás se los traen para la venta, ellos se ponen en una esquina y los vigilan, pero también les van quitando todo el dinero.
Realidades que duelen, situaciones que están a la vista aunque oficialmente no existan cifras de la participación infantil en actividades laborales en Tamaulipas
LO QUE DICE LA LEY DEL TRABAJO INFANTIL
De acuerdo a información consultada, está establecido en la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverá la creación de empleos y la organización social para el trabajo conforme a la ley.
Prohíbe la utilización del trabajo de los menores de catorce años. A los mayores de esta edad y menores de dieciséis, se les permite una jornada máxima de seis horas, quedando prohibidas las labores insalubres o peligrosas, el trabajo nocturno industrial y todo tipo de trabajo después de las diez de la noche para los menores de dieciséis años.
La Ley Federal del Trabajo en sus artículos 5, 22,23, del 173 al 180, 362, 372 y 541, establece una serie de disposiciones en torno de condiciones que pretenden proteger a los trabajadores de entre 14 y l6 años: jornada no mayor de seis horas, prohibidos los trabajos peligrosos, insalubres o que afecten su desarrollo físico normal, derecho a vacaciones pagadas, protección de las autoridades del trabajo, derecho a formar parte de los sindicatos y castigo a los patrones que no cumplan lo establecido por la ley.
El dejar fuera a los niños trabajadores de la realidad legal, no impide su existencia en el mercado laboral informal, que llama a su reincorporación a la escuela y a su protección en la calle.
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